Esta es una guía para aprender a relacionarse y tener amistades exitosamente, la cual, como la mayoría de mis guías, no debe ser tomada en serio… ¿o sí?
Paso 1: calibrar la mira
De todas personas que conoce, elija la que le resulte más interesante y con la que crea tener algún punto de vista o interés en común. Bien, ya la tiene en la mira, es hora de disparar: acérquese a esa persona y exprese su interés en entablar una amistad. Es fácil, rápido y… ¿Cómo dice?, ¿que esa persona lo rechazó? Bueno, no se rinda, repita este paso la cantidad suficiente de veces hasta encontrar una experiencia positiva. Intente, que yo mientras aquí lo espero, ansiosa por seguir adelante en tan fácil misión.
Ah, ¿que fallaron todos los intentos? Bueno, no se desanime que hay más opciones.
Paso 2: busque sigiloso en sus alrededores
Si presta atención, deben de haber personas que previamente le tiraron señales de amistad cual dardos, los cuales usted esquivó. Esa persona que le dijo: «Cualquier cosa que necesites, avísame»; o la que le dijo: «Algún día nos tenemos que juntar a hablar». Bien, intente con alguna de esas personas, que si esta ya le envió esas señales inequívocas de amistad, el éxito está asegurado.
Ah, ¿que después de tanto «llamame» y «hablamos», cuando lo llamó y le habló lo ignoró? ¿Que al final solo eran frases hechas dichas porque sí? Bueno, no se preocupe, que ya le encontraremos la vuelta a esta difícil tarea de comprender la amistad.
Paso 3: la importancia de la práctica
Como en toda actividad, la práctica hace al maestro. Intente primero generar relaciones virtuales, estas sirven para practicar y a futuro podrían transformarse en una verdadera amistad. Escríbale a alguna persona con la que sienta afinidad, a ver cómo nos va…
¿Le fue bien? ¡Felicitaciones! Ahora podemos seguir adelante.
Paso 4: afinando la puntería
Ahora es momento de desarrollar habilidades. Pruebe conversando, intercambiando comentarios sobre sus temas en común y mostrándole a la otra persona su interés en que la relación progrese. Si usted siente que fue atento, ¡y hasta hizo observaciones positivas sobre las virtudes de la otra persona!, seguro todo sale de maravillas.
Pero ¡no me diga que esta persona malinterpretó uno de sus comentarios y se ofendió por encontrarle algún oscuro significado que usted no termina de comprender! Bueno, ¿sabe qué?, vayamos al último paso.
Paso 5: no haga nada. Las relaciones no se cazan, se acompañan
Si en algún momento fue tan inocente como para imaginar que yo podría darle algún consejo para ganar amistades, solo le bastará con leer las críticas que saldrán a continuación de esta publicación —la de los típicos ofendidos de que me tome con humor mis propias vivencias— y verá que no estoy como para ganar las olimpiadas de cómo hacer amistades.
Por lo tanto: borre de su mente la fórmula mágica para hacer amistades, porque si esta existiera y hasta el momento no nos fue revelada, dudo que en algún momento nos lo sea.
No es que ni usted ni yo estemos exentos de lograr vincularnos con personas y generar afectos y amistades… ¡para nada!, es que dudo que esa posibilidad dependa de seguir una serie de pasos crípticos e incomprensibles.
Al igual que las ganas de leer sobre nuestro tema de interés o la motivación de hablar repetidas veces sobre lo que nos apasiona, las amistades deben surgir naturalmente. Tal vez esa sea la única regla.