El autismo y la dejada de pañales respetuosa

¿»Más rápido» significa «mejor»?

Hace un año y medio logramos un objetivo que parecía casi imposible: ¡la dejada de pañales!
No era algo que parecía imposible por falta de noción de los procesos fisiológicos, al contrario: eso estaba clarísimo. El problema era el cambio de rutina. Los papás de nenes en el Espectro del Autismo, saben lo difícil que es modificárselas , y más cuando se trata de un cambio material: pasar de pañal a inodoro y calzoncillo o bombacha.
Nuestro objetivo era hacerlo de manera respetuosa, es decir: convenciéndolo y no forzándolo. Aunque tengo que confesar que llegamos a dudar si realmente lograríamos hacerlo de ese modo.
He llegado a pensar si llegado a determinado punto en que no funcionara nada, no iba a terminar sacándole los pañales de una y acompañándolo en el proceso de angustia. Porque seamos honestos: todo el tiempo los padres hacemos cosas que no respetan su deseo, porque sabemos que son necesarias: cambiarles los pañales cuando no quieren, bañarlos si son bebés que no les gusta el agua, llevarlos al pediatra, sacarles sangre para hacerles análisis. Y es todo un arte saber diferenciar qué situaciones pueden seguirse trabajando, a reconocer cuando se está caminando en círculos… arte imposible de dominar al 100%.
Ya teníamos como experiencia cuando una profesional nos dijo que le sacáramos el chupete (el cual era su objeto de apego, al punto de que dormía con uno en la boca y otro en cada mano) así, sin más. Nosotros nos negamos, porque sabíamos que él canalizaba mucha ansiedad con ese objeto. Y así fue que, cuanto mucho dos meses más tarde, él decidió dejarlo solo, sin llantos y sin angustia: esperando sus tiempos.
Así que ese era nuestro objetivo: respetar sus tiempos.

Cómo fue el proceso

El verano pasado la pasó desnudo en casa, y así tomó conciencia de los procesos de caca y pis, aunque nos pedía el pañal cada vez que quería hacer y no quería el inodoro. Durante el invierno leíamos libros como “El calzoncillo de José” (de Aprendices visuales), “Superchango se hace pis”(de Editorial Abrecascarones), le proponíamos juegos de que los muñecos hacen sus necesidades en el inodoro e íbamos sacando el tema, buscando el equilibrio entre que el concepto estuviera presente, pero que no llegara realmente a enojarse (porque su reacción durante todo este tiempo fue la de ofenderse ante el tema, negarse a los juegos y esconder los libros).
Llegado nuevamente el verano, con la excusa de que armamos la pileta, logramos ponerle los calzoncillos. A su vez, comenzamos a bañarlo en una palangana grande, al lado del inodoro, y cuando entraba al agua y sentía la sensación de agua fresca y le daban ganas de hacer pis, yo le pegaba la palangana al inodoro para que el último chorrito entrara ahí. Así fue que luego de un par de días él pidió entrar a la palangana y hacer pis en el inodoro, y luego ya aceptó dejar definitivamente el pañal, ya que estaba todo el día en calzoncillos, y se dio cuenta de lo cómodo que es, sensorialmente, no usar más pañales.
Aclaro que los papás previamente nos tuvimos que sacar de la cabeza esa idea pre-establecida de que los pañales se sacan a determinada edad, y adoptar la de que se sacan cuando el niño está listo y consciente del cambio, que en el caso caso de mi hijo fue a los 4 años, como podría haber sido a los 3, a los 5, o la los 6. ¡Otra vez pensando en números! qué tendencia molesta: a borrarlos de la cabeza y mirar a nuestros hijos por cómo se sienten, no por un número rígido e insensible.
Cantidad de accidentes en los que se hizo pis por olvidarse de pedir ir al baño: dos, en total.
Así logramos la dejada de pañales, sin llanto, sin presiones, sin días y días de accidentes, contentos de la nueva experiencia y de manera respetuosa.
¡Estamos tan orgullosos de él! Por las cosas que le resultan fáciles, porque esas las aprende solo; y por las cosas que le resultan difíciles, porque pone mucho esfuerzo para lograrlas.
Nos quedan muchos objetivos y aprendizajes por delante y ninguno será fácil. Pero nos queda la satisfacción de ver que ofrecer sin poner fechas, y acompañar respetuosamente, esperando sus tiempos, funciona.
Y no, según lo veo yo, no siempre más rápido significa mejor.

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10 comentarios en “El autismo y la dejada de pañales respetuosa

    1. A mi me pasa lo mismo con mi hijo de 5 la psicóloga me dijo que le ponga para hacer caca el pañal xq no quiere hacer en el inodoro , el pis si controla bien , ahora al menos no se ensucia el calzoncillo xq hace en el pañal

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    2. Al mio le daba miedo el inodoro (irse por el agujero), y además en posición sentado no lograba la fuerza suficiente. Lo terminó logrando subido a una escalerita (esas que vienen para el baño) y se paraba sobre eso y hacía en el inodoro pero de cuclillas (la misma posición que hacía con pañal).

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  1. Por supuesto que cada niño tiene su propio ritmo!!
    Y hay que «intentar» respetarlo en todo lo que esté en nuestras manos. ¿ Por qué pongo intentar entre comillas? porqué, no sé en que país vives, pero aquí en España te obligan a que tu hijo, de 3 años ( o incluso aún 2!) no use pañal porqué en el colegio no le dejan usarlos. Y, PEOR aun! hay que enseñarles a limpiarse ellos solitos porqué tampoco le limpiarán el culete si hacen caca en el WC. Un desastre vamos.
    Pero, en lo que la maternidad nos implica, lo mejor es respetar sus ritmos, y no dejarnos llevar por los típicos » mi hijo/a empezó a ( hablar, caminar, hacer pipi solo…) a X edad.

    Te empiezo a seguir desde ya! espero que saques un tiempo y puedas mirar si te gusta mi blog! Un abrazo de una mamá que te entiende

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